SEMANA SANTA DE HIJAR
La Semana Santa de Hijar, la más antigua y noble del Bajo Aragón, la cual se data en los escritos del siglo XII aparecidos en el archivo ducal y regida por la orden Pauliana, antecesora de la orden Franciscana. Su dataje real es anterior en más de 200 años a la de Alcañiz y 5 siglos antes de la Semana Santa de Calanda dada a conocer por Buñuel en sus películas y potenciada por él mismo.
La Semana Santa de Híjar es un conjunto de tradiciones entre las que destaca el toque del tambor y el bombo por todos los vecinos. La noche del Jueves Santo toda la población se concentra en la plaza de la Villa, que se convierte en una enorme mancha negra. Unos minutos antes de la medianoche el alcalde se coloca en el centro de la plaza, y a las doce en punto levanta su bastón de mando. Se le llama "Romper la hora", probablemente porque la "hora", la medianoche, queda literalmente machacada por este trueno.
Después de esto los tambores continúan tocando por todo el pueblo hasta las 2 de la mañana, para la procesión de "Los despertadores".
Después del final de la procesión, tambores y bombos continuarán durante toda la noche recorriendo las calles de Híjar, hasta que a las 10'00 de la mañana vuelven a reunirse en el Calvario para "bajar las imágenes", es decir, llevar los pasos a la iglesia, de donde saldrán para el resto de las procesiones.
A las 4 de la tarde tiene lugar "El pregón" donde se trata de pregonar la muerte de Cristo.
El Entierro tendrá lugar por la noche, y es una de las procesiones más vistosas de toda la Semana Santa, con catorce pasos iluminados.
En cuanto al Sábado Santo, es un día extraordinario para oír tocar el tambor. Las horas se escapan, la Semana Santa se acaba, y se toca con un entusiasmo difícil de entender para quien no lo viva desde dentro. Las horas previas a la "subida de imágenes", a las 6 de la tarde, son especialmente intensas.
En resumen, algo menos de 48 horas, pero una experiencia absolutamente inolvidable.
